Mozart: Andante KV. 467

El Concierto para piano y orquesta en Do mayor KV. 467 es una de las obras de Mozart que todo el mundo adora por su melodía, preciosa, que adhiere al piano con un toque clásico y, lo más propio del compositor, aparentemente sencillo. El acompañamiento en tresillos durante todo el movimiento –el segundo de tres que forman todo el concierto entero– hace que nos relajemos durante los primeros segundos antes de empezar una de las melodías más refinadas que ha concebido el mejor músico de todos los tiempos.

El concierto completo es una maravilla, pero el segundo movimiento es una reliquia en todos sus sentidos. Su aparente facilidad es lo que llama la atención a los pianistas, pero su verdadera dificultad es la que impresiona en el momento de lanzarse a estudiar tal obra maestra.

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