Liszt – Mazzeppa

Buenas tardes. Volvemos a estar una semana más en nuestra sección de música clásica, vamos a cultivarnos un poco con los grandes compositores de la historia. Hoy nos toca hablar del gran Franz Liszt. Ya he hablado de él en algunas ocasiones en este blog y en esta misma categoría, pero es que es un compositor cuyas obras no se pueden dejar escapar, y es necesario dedicarle más de un comentario. Lo que hoy vamos a escuchar pertenece a sus Estudios de Ejecución Trascendental, y es, concretamente, el estudio número 4, más conocido como Mazzeppa. Es, quizás, una de las obras más difíciles que se han compuesto para el repertorio pianístico, la cual requiere una técnica extremadamente avanzada, al mismo tiempo que una mentalidad bastante clara y una visión de la música bastante abierta y formada para lograr una buena interpretación, como es la que nos ofrece en el vídeo que veremos el pianista Boris Berezovsky.

La obra en sí es de una lectura bastante difícil. Sólo la lectura ya supone un grave problema, así que imagínense la dificultad de su interpretación y de su ejecución. Es una obra de las que pueden hacer daño si no se tocan como es debido. Tiene, como es normal en la época de Franz Liszt, un carácter puramente romántico, con fuerte intensidad, con un sentimiento marcado por el compositor desde el primer hasta el último compás. Pero además de tener tanto material para impresionar en tan pocos minutos de música, tiene un fragmento más tranquilo que nos estabiliza, pues con tanta tensión no se podría aguantar la obra completa. Son seis minutos cargados de intensidad musical y emocional, con impresionantes saltos en el teclado, con grandes ataques difíciles de conseguir.

Todo esto, por no hablar del aspecto del pianista, que comienza la obra como si nada y la termina sudando a chorros. Podrán ver que caen gotas y gotas de sudor, producto del esfuerzo. Al final hasta le acercan una toalla, no un pañuelo como hacen otros pianistas, para que se seque el sudor. En fin, es impresionante, cada vez que lo escucho me gusta más, no sólo porque mi época favorita sea el romanticismo, sino porque la música es buena, es tan propia de su estilo que no se puede dejar atrás.

El final es algo grandioso, pero tampoco cabría resaltarlo en esta obra, porque grandiosa es, en realidad, la mayor parte de la pieza, y aunque la parte lenta, la más tranquila, pueda parecer fácil de ejecutar y de escuchar, sigue siendo un trabajo increíble, que este pianista hace como si no le supusiera ningún esfuerzo. Claro, detrás de esta interpretación hay horas y horas de estudio.

Piensen en ello, y vean cómo salen de la mano de Boris Berezovsky esos sonidos que otros pianistas no son capaces de conseguir. Es una verdadera maravilla tanto la obra como el pianista, así que el vídeo no tiene desperdicio. Espero que les guste.

Así que les dejo con la obra. Recuerden: Mazzeppa, Franz Liszt. Más de uno sentirá el gusanillo de incluirla en su lista de reproducción. Disfruten.

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